martes, 2 de marzo de 2010

CARACTERISTICAS DE UNA BUENA SOLDADURA

• Comprobar que el soldador ha adquirido la temperatura adecuada acercando el hilo de estaño a la punta y viendo que funde con facilidad.
• Preparar los elementos o piezas a soldar.
• Acercar la punta del soldador a la unión de ambas piezas y caldearlas; mantenerlo así durante unos segundos. Es conveniente que la punta del soldador tenga un poco de estaño, pues se facilita la transmisión de calor.
• Transcurrido ese tiempo, acercar el hilo de estaño a la zona de contacto del soldador con las piezas que se van a soldar, comprobando que el estaño se funde y se reparte uniformemente por las zonas caldeadas.
• Cuando se crea que es suficiente el estaño aportado, retirarlo, manteniendo el soldador unos segundos.
• Transcurridos dos o tres segundos, retirar el soldador sin mover las piezas soldadas.
• Mantener las piezas inmovilizadas hasta que el estaño se haya enfriado y solidificado; nunca se soplará la soldadura, pues sólo se conseguiría un enfriamiento prematuro que daría como resultado una soldadura fría, mate y, en definitiva, defectuosa.
• Comprobar que la soldadura queda brillante, sin poros y cóncava. En caso de que cualquiera de estas condiciones no se cumplieran, limpiar de estaño las piezas y volver a comenzar el proceso.

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